
Initial D. Derrapes, velocidad y pasión por los coches nipones.
Francisco Imbernón
La subida es cada vez más escarpada y el calor sofocante de julio no ayuda en esta travesía de montaña, el sol empieza a escapar tras el cerro dando al sendero un ambiente aún más místico. Al atravesar los matorrales un pequeño aparcamiento aparece presidiendo la vieja carretera del monte Haruna; parece un lugar solitario y abandonado, con una atmósfera más propia de un manga de Junji Ito, pero el asfalto no miente, en él se encuentran las pruebas del delito, cientos de marcas de neumáticos tatúan la grisácea gravilla.
Los estridulos de las chicharras al anochecer empiezan a mezclarse con unos zumbidos metálicos.»¡Ya vienen!», pensé.
A los pocos segundos doblando la esquina de forma ensordecedora, el sonido de los derrapes junto al destello de las luces me dejan paralizado, un torrente de adrenalina recorre mis venas cuando por fin lo veo: el Toyota AE86 «Hachi-Roku»...
Derrapes, velocidad y pasión por los coches, hoy hablamos de Initial-D.
¿Cómo suena un motor de 4 cilindros dentro de un manga?
Cuando hablamos del manga y sus demografías podemos entrar en una multitud de géneros con un mar de temáticas, desde algunas muy explotadas como el fútbol, los piratas o las artes marciales, hasta las más pintorescas como la panadería, el criket o la escalada. Por muy dispares que sean todas ellas, siempre encontraremos un denominador común: la pasión y emoción dentro de sus viñetas, siendo este uno de los rasgos característicos del manga. ¿Pero qué ocurre cuando la temática son las carreras callejeras de automóviles? ¿Es posible trasladar esas emociones a la tinta? Las respuesta la encontraremos en una de las obras más representativas de la cultura automovilística del «drifting» nipón, Initial D.

Initial D, ¡Bienvenidos al mundo del derrape!
Initial D es una obra creada por Shigeno Shūichi centrada en las carreras ilegales y la pasión por la velocidad. La historia se centra en un grupo de pilotos callejeros que se reúnen con sus coches modificados para participar los fines de semana en carreras nocturnas por diferentes puertos de montaña.
Takumi Fijuwara su principal protagonista, es un joven que destaca por su gran talento al volante de un viejo Toyota AE86 Sprinter Trueno, una habilidad que sin saberlo, ha ido desarrollando poco a poco mientras trabaja como repartidor en el negocio familiar.
El monte Akina, en la prefectura de Gunma, es uno de los puntos donde estos pilotos callejeros ponen a prueba sus coches y destreza con el «drifting«, una técnica que consiste en utilizar el sobreviraje en las curvas sin perder revoluciones. Esta icónica montaña, monte Haruna en la realizad, será el escenario donde el AE86 o «Hachi-Roku» de Fujiwara competirá con otras bandas y sus espectaculares coches, mostrando técnicas y trucos que le harán denominarse «el rey del descenso de Akina«
El manga de Initial D o Kashiramoji D, fue publicado en la revista Young Magazine de Kōdansha de 1995 hasta 2013, convirtiéndose en todo un fenómeno social entre jóvenes japoneses y amantes del motor.
Pese a que ha sido publicado en países como Estados Unidos o Italia, todavía no tenemos la adaptación para el público español, esperando con anhelo a que una editorial se atreva a editarlo.

Initial D: First Stage, un salto al anime inevitable
Como todo manga de éxito que se precie dentro del mediamix nipón, no tardó en tener su correspondiente adaptación en anime. En 1998 se emitió Initial D: First Stage, primera temporada que gracias a su éxito continuaría hasta la sexta con Initial D Final Stage concluyendo la historia. Dos de los aspectos más importantes de este anime son quizás las animaciones 3D de los vehículos, algo inusual en aquel momento y que daba un mayor realismo a las escenas de competición, pero sobre todo el Eurobeat de su banda sonora. Un género musical proveniente de Europa centrado en la música dance, con un uso enérgico y prolongado de sintetizadores que encajan perfectamente con el tono frenético de las carreras.

Toyota AE86 convertido en icono Pop.
No hay ninguna duda que detrás de Takumi Fujiwara y del resto de personajes de Initial D, el principal protagonista en el Toyota Sprinter Trueno AE86, un vehículo que gracias a esta obra se ha convertido en un icono Pop y un símbolo de la cultura automovilística en el archipiélago nipón.
Esta versión del popular Toyota Corolla salió a la venta en 1983 como un modelo coupé, con un motor de 1,6 litros y 128CV alcanzando cerca de las 8000 revoluciones. Este coche de tracción trasera de sólo 923 kg tenía todos los ingredientes para convertirse en el modelo perfecto de los amantes del Drift, aunque a nivel estético sus faros escamoteables, tan característicos de los coches deportivos de los 80s, siguen siendo inconfundibles.
La popularidad de este mítico modelo llegaría inicialmente gracias al piloto profesional Keiichi Tsuchiya, apodado como “Drift King”, que utilizó el «Hachi-Roku» durante sus primeras competiciones antes de ser profesional.
Nuevo live action Initial D, con el sello Fast & Furious
Si has leído alguno de mis artículos anteriores, sabrás que soy un gran fan de las adaptaciones a imagen real o live action, y la obra Initial D ya tiene el suyo. La cinta dirigida por el director Wai Keung Lau es una producción coreana de 2005 que no tuvo demasiado éxito fuera del mercado asiático. Lo que sí te puedo confesar es que tras 20 años de su estreno, sigue siendo una película excelente para los amantes de los coches y totalmente recomendada para los fans del anime.
Aunque la noticia no es la cinta de 2005, sino que para principios de 2026 tendremos de regreso en la gran pantalla un nuevo live action de Initial D, un trabajo que estará dirigido por el actor Sung Kang, famoso por su papel de Han Lue en la popular saga «Fast & Furious», que contará con un gran presupuesto para deleitar a todos los que somos fans de este gran manganime.

Una obra de culto imprescindible para cualquier otaku
Puede que existan muchas razones que demuestren el éxito de Initial D, aunque yo me atrevería a quedarme con su esencia; aquí no hay coches super deportivos, ni escuderías llenas de recursos, ni técnicas especiales, aquí sólo encontrarás adolescentes y la realidad de sus vidas, trabajando para poder modificar sus coches, y compitiendo para ser el número uno de su región. Situaciones costumbristas con coches reales de la época en una atmósfera llena de adrenalina y pasión por la velocidad.
Una pasión por los coches que tras 30 años sigue rugiendo en las calles de la capital nipona.
Si quieres saber lo último de la cultura urbana de los coches modificados, te recomiendo que visites el canal de Un Gaijin en Japón by Nakahodo Photographer: